Eber Ludueña es un personaje sin igual, riguroso en la marca y no se ha puesto colorado a la hora de castigar a algún contrario para sacar un buen resultado.
Su imagen es una mezcla del Polaco Zsarmach y la mítica Pepona Reinaldi del River campeón de 1975.
Su posición natural era la del número 4, número que lo ha llevado a la fama hasta estos días, dicen que lo han visto pelearse con compañeros por qué ellos no querían ese número de camiseta.
Era un jugador con poca proyección según el se define pero que le metía mucha onda en las concentraciones.
Entre sus compañeros se lo conoció a Rifurcat, quien dice que lo admira y ha tenido un renombrado romance en las revistas del corazón con Silvia Peyrou.
Hoy pide un lugar en la selección Argentina, lugar que creo que merece con todo lo que le ha dado al fútbol de este país.
Le hice esta caricatura por qué es un homenaje al dios del fútbol.
Sabella, despertate...!!