Reflexiones de entrecasa.

Son días difíciles y complicados, estaría bueno que pensáramos en los otros, cuando digo los otros hablo de los que queremos pero también de los que desconocemos.
Muchas veces está bueno tener presente que hay mucha gente que necesita ayuda y uno no conoce.
Hay infinidad de personas que viven solas, que no tienen a nadie, que no tienen nada y que una simple sonrisa o quedarse a charlar diez minutos eso le avivará su vida.
Tener en cuenta esto, cambia por completo el ángulo de la visión de uno.
En el correr diario, el apresuramiento constante y el ir y venir sin tiempo, nos obliga a dejar cosas de lado.
Esas cosas de lado pueden ser salir a jugar con los hijos, tomarse un mate con los padres, escucharlos a ellos.
Si uno es conciente que hay gente que confía en nosotros, que nos quiere, que pone expectativas en lo que hacemos, es así como tomaremos conciencia de lo que somos como personas y entederemos el motivo de nuestro sentido en la tierra.
Uno hace y en el otro refleja todo lo que siente y que no dice.
Ojalá podamos pensar en esto.