Hacía rato que no tenía la sensación de estar desocupado, nuevamente desocupado, por lo general uno trata de hacer bien las cosas, llevarse bien con todo el mundo, tratar de ser amable con el ambiente que te rodea, cumplir con los tiempos y colaborar con todo el mundo dejando de lado lo que es uno como ente individual, ganar mucho menos de lo que uno merece para seguir conservando la fuente laboral, pero por esas circunstancias del destino, del achicamiento del presupuesto, de las empresas que no pueden absorber ciertos costos o de vaya a saber que cosa, eso hace que uno se quede sin trabajo.
Volver a tu casa y saber que ya no va estar más el rito de levantarse a la mañana, bañarse, desayunar y escuchar la radio para salir a trabajar, se convierte en algo que estaba incorporado de una manera inconciente que ya se había convertido en una costumbre.
De ahora en más habrá que darle lugar a nuevas costumbres, a tener cero depresión que te quedaste sin laburo y por ende no vas a saber como pagar las cuentas, a saber que los trabajos no lo son para siempre ni para toda la vida.
Lo que me deja tranquilo, es que de todos los lugares en los que estuve pude salir fortalecido como persona, que he crecido yo como ser humano, mejorando mi caudal de conocimientos ya que siempre soy alguien que tira para adelante y trata de explotar al máximo las posibilidades.
A veces me canso de ser positivo, pero la verdad no queda otra, la vida te corre, las cuentas siempre están delante de uno, y para los que vivimos solo de lo que sabemos hacer es complicado, debido a que nos valemos solo de nuestra cabeza y capacidad para generarnos día a día lo que necesitamos.
A veces me gustaría ser de otra forma, pero no puedo, nací de esta manera y con esta forma de ser y sentimientos.
Gracias a Dios soy una persona con mucho que se hacer y con mucha capacidad, pero igual, ante la necesidad de hacer algo para ganar el mango diario, hace que todo deje de ser tan claro y ya se empieza a cruzar la línea a una zona nublada.
Ojalá todo sea distinto.
Mañana empieza mi día sin trabajo, comienzan nuevos ritmos y nuevas señales, habrá que modificar nuevamente la forma de pensar, abrir los sentidos y cambiar la forma, "Dios sabe porque hace las cosas", andá saber si es así, solo que las cosas por algo pasan.
Ahora me viene a la mente el primer día que tenia que subir al colectivo cuando iba a primer grado, lloraba y no quería ir, mi mamá me obligaba y todo el mundo no podía entender lo mal que yo me sentía en ese momento, en realidad era la soledad de ser quien era para ser el que iba a ser, de ahí en más todo fue distinto, fue un gran cambio.
De ahora en más todo será distinto.